En este período evolutivo muchos tendrán como Misión de Vida no solo dar con su Llama gemela, sino también con sus almas gemelas y su familia álmica,
La llama gemela es la contraparte masculina o femenina del alma, pero a su vez hay una estrecha conexión de cada par de almas gemelas con otras 6 parejas de almas gemelas (6 pares de llamas gemelas ) más, que harían un total de 12 almas gemelas, que estarían en contacto con otros grupos de 12 almas gemelas hasta dar lugar a 144 almas que forman parte de la misma familia álmica, con la que se está en contacto reencarnación con la reeencarnación y con las que se retorna a la Fuente una vez finalizado el proceso evolutivo.
En principio a lo largo de la vida se pueden generar karmas entre estas almas, de modo que en las vidas siguientes se intercambian los roles, y las personas a las que herimos cometen con nosotros las mismas faltas que nosotros cometimos con ellos, cubriéndose de este modo la deuda kármica que se adquiere, y aprendiendo finalmente la lección derivada de la situación. Si no se aprende la lección la situación se repetirá constantemente en distintos escenarios y si es necesario vida tras vida hasta que la asimilemos, la comprendamos y aprendemos de ella.
Para saldar una deuda kármica tiene que existir un proceso bidireccional: el aprensizaje de la lección por parte del que ha dañado en algún momento de su momento evolutivo, que tiene que aprender a soltar y a cortar el lazo kármico (para lo que puede valerse de la ayuda del Arcángel Miguel, de la Llama Violeta y de la meditación), y el perdón incondicional por parte del agredido.
En cualquier caso una de las misiones que tenemos en la Vida es encontrar a nuestras almas gemelas, saldando las deudas con las personas a las que hemos dañado a lo largo de las sucesivas existencias, perdonando a nuestra vez a los que nos han ofendido para poder crecer espiritualmente.
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