martes, 10 de enero de 2017

El proceso con tu llama gemela.

No se puede describir la sensación que te recorre el cuerpo cuando miras a los ojos a tu alma gemela. Personas con sus dones espirituales muy adelantados reconocen un punto luminoso azul por encima de su hombro izquierdo. Pero a ti, seas o no seas una persona con dones psíquicos, no se te escapará el brillo en los ojos de tu alma gemela, que será como un espejo.

Aunque tampoco hayas captado ese brillo, no te asustes, la sensación en tu corazón y esa especie de corriente eléctrica que te sacudirá el cuerpo de arriba abajo te inidicarán que, tal vez sin saberlo, has entrado en contacto con tu alma gemela.

Y si no has encontrado ninguna de estas señales, te voy a dar la más importante de todas: has cambiado. Has evolucionado porque esa persona se ha cruzado en tu vida, aunque tal vez estés confundida o confundido y ni siquiera sabes quién ha puesto tu mundo del revés. Te ha hecho sacar todo lo malo que había dentro de ti, tu creatividad de pronto se ha disparado, tal vez empiezas a notar sincronías y números maestros como el 11, el 22 o el 44 por todos lados, ya no te satisfacen las actividades que antes te satisifacían y sin embargo actividades que antes no te gustaban ahora te enamoras.

Te has dado cuenta de que todo lo superficial es mutable, y ahora buscas en tu interior y en el interior de los demás. De repente te has dado cuenta de que tienes una misión en tu vida que no sabías si existía: no importa si es salvar el planeta, hacer un voluntariado, ser terapeuta, hacer reiki o cualquier otra forma de ayudar al desarrollo del planeta.

¡Enhorabuena! Has encontrado a tu alma gemela. Tal vez es alguien que se ha cruzado en tu vida unos instantes, pero es alguien que ha sacado todo lo malo de ti y ha hecho proliferar todo lo bueno. En sucesivos posts te iré indicando como afrontar esta nueva situación y como afrontar la misión de ascensión y evolución que tu llama y tú tenéis en el mundo.

Pero no desesperes, no te preocupes si tu llama no está preparada, se ha ido (tal vez incluso de una manera extraña, rápida, apresurada e irracional), o si la tienes delante y no te reconoce. Dale tiempo. Date tiempo. Y piensa que si es para ti volverá, y que el destino volverá a ponerla en tu vida una vez más, cuando menos te lo esperes y son buscarla. Si la buscas y no trabajas en tu desarrollo espiritual estás impidiendo que retorne a ti, que te reconozca o que se produzca un encuentro que no se producirá si ambos no habéis trabajado vuestras sombras y hecho que vuestra luz brille. PACIENCIA. MUCHA PACIENCIA. Y AMOR INCONDICIONAL.
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